Se llama suerte al encadenamiento de los
sucesos, considerados como fortuitos o casuales. La suerte, sea buena o
mala, se suele achacar al destino. Es muy común la expresión de “ese es un
suertudo” o “ha tenido muy mala suerte en la vida, sino hubiera llegado más
lejos”. Cuando hacemos algo bien, decimos “tío, que suerte has tenido” y algo
mal “que pena, te ha faltado suerte”.
Nuestra
fijación por la suerte, llega hasta el punto de creer que hay objetos los
cuales nos dan buena o mala suerte. Un trébol de cuatro hojas, buena suerte,
abrir un paraguas dentro de casa, mala suerte. Sé que muchos de vosotros,
queridos lectores, no os consideráis supersticiosos ni creéis en el destino, lo
consideráis una estupidez. Pero cuántos de vosotros habéis abierto un paraguas
dentro de casa o roto un espejo o acordaros de que es martes y trece, sin
pensar “todo lo que me pase hoy malo, será por culpa de lo que he hecho, que da
mala suerte”. Yo no soy supersticioso, pero creo en la suerte. Creo que para
ser rico o tener una muy buena familia o vivir con salud, hay un factor de
suerte que influye a lo largo de tu vida, sin necesidad de tener que llevar un
trébol de cuatro hojas encima. Si habéis visto Match Point, película de Woody
Allen. El protagonista, tras matar a su amante, haciendo que ha sido un robo,
tira el anillo de compromiso (se había comprometido con ella) al río, pero
al tirarlo da en la barandilla sin que él se dé cuenta y el anillo cae en la
calzada en vez de en el río. Cuando parece que le han cogido; el anillo lo
ve un vagabundo y se lo queda. Los policías ven con el anillo al vagabundo, es
detenido y acusado de asesinato y robo. El protagonista queda libre para quedar
como un buen hombre delante de su mujer y familia, esperando a su hijo primogénito.
La suerte
influye en todos los aspectos de nuestra vida, simplemente por el hecho de
nacer en una familia acomodada en vez de nacer en una muy pobre, ya tendremos
una mejor o peor vida. Aunque la suerte influya en nuestra vida, nunca se le
puede culpar del resultado de nuestros actos. Los únicos responsables de
nuestros actos somos nosotros.
“Suerte es lo que
sucede cuando la preparación y la oportunidad se encuentran y fusionan.”
Voltaire.
Miguel R
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